Las instalaciones del IES Celia Viñas de Almería.

Las instalaciones del IES Celia Viñas de Almería. Turismodealmería.org

Reportajes

El 'juego' de los insultos de un IES de Almería acaba con un alumno de 16 años dejando a otro sin ojo

La Fiscalía de Menores investiga la pérdida de visión del ojo izquierdo del estudiante, cuyo agresor solo ha sido expulsado una semana de clase. 

22 abril, 2024 22:31

El 'juego' que aparentemente estaba más extendido en una de las aulas del Instituto Celia Viñas de Almería, entre un grupo de alumnos, consistía en dedicarse todo tipo de insultos a diario: 'maricón', 'autista'... Tal dinámica de clase se ha saldado con un -presunto- puñetazo de un estudiante a otro que ha perdido la visión de su ojo izquierdo con solo 16 años. La comunidad educativa está consternada.

EL ESPAÑOL ha podido saber que la Fiscalía de Menores ha abierto diligencias que tienen en la diana no solo al supuesto agresor, sino al propio centro bilingüe de Educación Secundaria, así como a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, debido a que en apariencia no activaron ningún protocolo después de que se produjeran estos terribles hechos durante la jornada lectiva y entre dos alumnos de 16 años.

De hecho, parece que la voz de alarma sobre la pelea ocurrida entre los dos menores de edad se dio desde el centro hospitalario al que acudió la víctima. La agresión que se investiga se produjo el lunes 11 de marzo, en un cambio de clase de cuarto de la ESO, después de que ambos estudiantes supuestamente se insultaran y discutieran durante la hora previa.

A la salida de ambos al pasillo, se produjo el presunto puñetazo que ha causado un terremoto judicial en el IES Celia Viñas: un centro con una dilatada historia que arranca en 1845, como uno de los primeros que empezaron a funcionar en Andalucía, y cuya primera sede fue el antiguo Convento de los Dominicos en la Plaza de Santo Domingo de Almería. 

El castigo

El castigo para el presunto autor de esta agresión ha consistido en una semana de expulsión. No obstante, la Fiscalía de Menores tiene previsto dictar una orden de alejamiento respecto a la víctima, de 16 años, porque no ha vuelto a clase por miedo. Esther Navarrete, abogada del estudiante investigado, no ha querido valorar los hechos: "El caso está sub judice y se trata de menores de edad, así que no voy a pronunciarme".

Las pesquisas de la Fiscalía de Menores van encaminadas a esclarecer las circunstancias en las que el alumno ha perdido la visión en su ojo izquierdo. El fiscal está interrogando a estudiantes y profesores, para aclarar si la víctima propinó primero un cabezazo al agresor, obteniendo como respuesta un puñetazo en el ojo; si la lesión se produjo a causa de un puñetazo con el que el agresor saldó directamente una discusión previa con la víctima, o si existió un forcejeo violento entre ambos, que tuvo como consecuencia una grave caída y la lesión visual que sufre el estudiante.

Leopoldo Marfil, abogado de la presunta víctima, confirma que la familia del estudiante ejercerá una acusación particular porque "ha perdido el cien por cien" de visión. "Un mes después del puñetazo, mi cliente todavía presenta secuelas físicas en su ojo izquierdo, lo tiene caído y entumecido", según detalla el letrado. "Además, los médicos afirman que en el mejor de los casos, solo es posible que recupere de un 20% a un 40% de visión en los próximos años porque se trata de un paciente joven".

- ¿Cuál será su línea de acusación particular?

- Leopoldo Marfil: Vamos a solicitar la comisión de un delito de lesiones, por pérdida o inutilidad de un órgano, miembro principal o de un sentido, como es la visión del ojo izquierdo. También pediré un delito contra la integridad moral, debido a que la hermana mayor acudió al instituto a denunciar que este menor de edad estaba sufriendo insultos durante meses y eso le estaba afectando. Sin embargo, desde el centro no hicieron nada, a pesar de que la familia pidió que se adoptaran medidas.

De lo que se sabe hasta ahora, un grupo de alumnos jugaba habitualmente a insultarse en clase. Parece ser que el agresor, insultaba de forma más personal a mi cliente porque era un blanco fácil al tener menos amigos y eso derivó en una discusión entre ambos que se saldó con un puñetazo en un ojo. Considero que el instituto podría ser responsable civil subsidiario, por la lesión que ha sufrido un estudiante menor de edad, al no haberse activado los protocolos correspondientes.