Juan Velarde, posando en su etapa con el equipo de pilotos de élite del Repsol-Bravo3 de Vuelo Acrobático.

Juan Velarde, posando en su etapa con el equipo de pilotos de élite del Repsol-Bravo3 de Vuelo Acrobático. Cedida

Reportajes

Juan Velarde, de piloto de Iberia a la 'Fórmula 1 del aire' a 400 km/h: "No he tenido situaciones críticas"

El Festival Aéreo de San Javier acoge el domingo una exhibición del único piloto acrobático español que compitió en la Red Bull Air Race.

4 mayo, 2024 02:02
Murcia

Juan Velarde es uno de los ocho elegidos en el olimpo de la aviación española que surca el cielo a 400 kilómetros por hora, en carreras aéreas, exhibiciones y festivales, para mantenerse en forma, de cara a luchar por el Campeonato de España de Vuelo Acrobático en la categoría de freestyle: una de las modalidades más exigentes y peligrosas de la aeronáutica deportiva.

"Hay mucha similitud entre una competición de vuelo y una automovilística, incluso con una de motos", tal y como advierte Juan Velarde (Madrid, 1974), uno de los pocos pilotos comerciales que se ha abierto paso con éxito en la aviación deportiva, tradicionalmente dominada por pilotos procedentes del Ejército y con conocimientos militares.

"Un piloto tiene que tener sensibilidad, a la hora de captar las sensaciones que te transmite la máquina: ya sea un avión o un coche", según reflexiona este experimentado comandante de un Airbus A330 de Iberia y cuya carrera en el mundo de la aviación está marcada por la precocidad: con solo 15 años, en un aeródromo de Segovia, ya se ponía a los mandos de aviones sin motor, en planeadores tipo Blanik de fabricación checa, y a los 16 años ya disponía de licencia de vuelo.

- ¿Por qué comenzó a volar siendo solo un adolescente?

- Juan Velarde: Mi padre fue piloto, tenía una referencia clara en casa y desde muy pequeñito me fascinaban los aviones: tenía claro a lo que me quería dedicar. Antes de cumplir los 18 años, comencé con mis estudios profesionales de aviación comercial, volando avionetas, y luego estuve un año en Estados Unidos, trabajando como instructor de vuelo. Después, regresé a España para trabajar en una compañía de carga que hacía vuelos nocturnos y finalmente entré en Iberia para realizar vuelos de largo radio.

El currículum de Juan Velarde deja en mantillas los espectaculares giros de 360 grados que realizaba Maverick, encarnado por Tom Cruise en la mítica película Top Gun, ya que este madrileño ha sido el único piloto español que compitió en la Red Bull Air Race de 2014 a 2019. También ha militado en el equipo de élite Repsol-Bravo3 de Vuelo Acrobático; en veinte ocasiones se ha colgado medallas en campeonatos nacionales; en 2010, fue Campeón de España Absoluto de Vuelo Acrobático; en 2007, Subcampeón del Mundo por Equipos; en 2006, Subcampeón de Europa por Equipos...

- ¿Qué cualidades específicas debe tener un piloto para realizar vuelos acrobáticos o participar en competiciones deportivas?

- Juan Velarde: La orientación espacial es importante porque nuestros aviones rotan a 420 grados por segundo. Eso supone dar una vuelta completa en menos de un segundo y hay que ser capaz de orientarse muy bien en el espacio. Como todo en la vida, hay que ponerle ilusión y pasión a lo que haces, y mucho trabajo.

Con esa combinación puedes desarrollar una carrera deportiva en el mundo del vuelo acrobático. Aunque es verdad que no es un deporte fácil, es difícil abrirse camino porque es caro y muy duro a nivel físico. Hay muchas maniobras que cuestan y a veces no tienes ganas de entrenar aquello que no te sale: así que también debes tener tenacidad, tesón y ganas de superarte.

No habla en vano porque el avión acrobático que pilota, un modelo Edge 540 V2, fabricado por la empresa estadounidense Zivko Aeronautics, está valorado en 400.000 euros. "Es como un coche de competición de ralis", ejemplifica este embajador de la ONG Aviación sin Fronteras, cuya rutina diaria es la de un espartano para mantenerse en forma para las competiciones: acude al gimnasio, practica boxeo, monta en bicicleta...

El piloto acrobático Juan Velarde, en acción, realizando una figura en el cielo.

El piloto acrobático Juan Velarde, en acción, realizando una figura en el cielo. Cedida

"Cada piloto entrena de forma diferente, no hay una rutina específica para tolerar mejor la fuerza g, pero hay que prepararse bien físicamente para soportar los ges y garantizar que el corazón bombee sangre al cerebro porque las aceleraciones llevan la sangre a la parte baja del cuerpo y puedes perder la visión y el conocimiento", tal y como advierte, sobre los riesgos de los vuelos acrobáticos. "Hay que tener un buen nivel cardiovascular y de tonificación muscular".

Pueden dar fe de ello los campeones del mundo de Moto GP, Joan Mir y Marc Márquez, los cuales en su etapa en el Equipo Repsol se subieron con el comandante Velarde para experimentar en primera persona las travesuras aéreas que es capaz de hacer con un avión de competición.

La tremenda pericia de este piloto madrileño, de 49 años, volverá a ponerse a prueba este domingo, durante la clausura del Festival Aéreo de San Javier donde compartirá escenario con la Patrulla Águila, para realizar una exhibición sobre el Mar Menor, que le servirá para seguir preparándose para intentar coronarse campeón nacional de vuelo acrobático de freestyle. "

"En mi modalidad compiten de 6 a 8 pilotos. Nuestra temporada se extiende de marzo a noviembre porque el Campeonato de España se disputa en octubre y estos eventos nos sirven para entrenar", según corrobora el piloto. "En el Festival Aéreo de San Javier voy a volar freestyle, para perfeccionar las figuras y meter otras nuevas. Estoy en esa fase de entrenamiento previo, para llegar al campeonato en el mejor estado posible a nivel físico y mental porque nos jugamos la temporada a una sola carta".

- ¿En qué consiste una competición aérea de freestyle?

- Juan Velarde: Es un vuelo que dura cuatro minutos en el que volamos con humo. En el avión podemos conectar y desconectar el humo, para conseguir efectos visuales que sean llamativos. De lo que se trata es de hacer figuras que sorprendan a los jueces y de realizar una buena combinación plástica de todo el ejercicio. Podemos decir que es como una coreografía en el cielo, combinada con humo y música, donde el avión hace movimientos imposibles y en contra de las leyes de la aerodinámica.

Esa va a ser mi intención, este domingo, en el Festival Aéreo de San Javier, mostrar al público lo que es el vuelo acrobático deportivo y lo que un avión con estas características puede hacer porque es una máquina impresionante.

- ¿Alguna vez ha pensado que no salía vivo de una carrera de la Red Bull Air Race o de una prueba de vuelo acrobático?

Parece mentira, pero nunca he tenido una situación comprometida a pesar de ser un deporte muy espectacular y de volar a 400 kilómetros por hora, a veinte metros de la superficie del mar o de la tierra. Tenemos muchos márgenes de seguridad. Es la principal premisa antes que cualquier éxito deportivo: somos muy conscientes de ello.

- ¿En los vuelos comerciales tampoco?

A lo largo de los años, no he tenido situaciones críticas. Creo que el nivel de seguridad que hemos alcanzado en la aviación comercial es increíble. Solo he vivido situaciones delicadas relacionadas con una meteorología mala y aeropuertos difíciles en los que tienes que estar con los cinco sentidos, para llevar tu vuelo a su destino o a un aeropuerto alternativo porque tienes que desviarte por una tormenta, viento racheado, nubes bajas... Pero nunca he vivido una situación donde la seguridad se viese comprometida.

Este piloto que en su adolescencia sobrevoló la Sierra de Madrid, que tantas veces ha cruzado el charco con Iberia para llevar a cientos de pasajeros hasta América, y que ha hecho que el público de los grandes premios de Moto GP de Cheste, Jerez o Montmeló, despegue su mirada del asfalto, para clavarla en el cielo, se inició en el vuelo acrobático en 1999 y dio el salto a la Red Bull Air Race en 2014: cambiando las piruetas por la velocidad punta.

- Cuando echa la vista atrás, ¿qué siente al haber sido el único piloto español que compitió cinco años en la Red Bull Air Race?

- Juan Velarde: Es una satisfacción inmensa haber competido en la Fórmula 1 del aire hasta que el campeonato se terminó en 2019. Después de llevar muchos años de entrenamiento en el mundo del vuelo acrobático, que es lo que te da la base real, para mí era un sueño estar entre los 14 pilotos más rápidos de todo el mundo.

En la Red Bull Air Race se competía a un nivel altísimo en todas las áreas, no solo de pilotaje, también con el equipo técnico: para desarrollar el análisis de telemetría, estudiar vuelos, trazada, trayectoria y conseguir que el avión fuese más rápido y ligero, mientras desarrollábamos la tecnología.

Era el nivel más alto de competición al que podía aspirar porque en una carrera, nueve de los catorce pilotos podíamos tener en un mismo trazado, una diferencia de décimas o de centésimas de segundo. Todos los detalles contaban. Fue una experiencia increíble que echo de menos. Estaría encantado de volver a competir a ese nivel.

La autoexigencia ha sido clave en la mentalidad ganadora que se ha forjado este piloto en su dilatada carrera profesional con vuelos comerciales, acrobáticos y en competiciones aéreas. Lo que le ha llevado en tierra firme a organizar conferencias, talleres y eventos corporativos sobre liderazgo, trabajo en equipo, superación, motivación, compromiso y gestión del estrés.

Una de las señas de identidad del comandante Velarde en las competiciones deportivas en las que participa, suele ser la rotación ascendente que realiza con su Edge 540, logrando que rote fuera de su eje y que pase a una barrena plana positiva. "Inventar alguna figura es lo mejor de todo porque siempre estás pensando qué puedes llegar a hacer con el avión", según apunta. "Pero lo más difícil de un vuelo acrobático es combinar figuras. Por ejemplo, pasar de una barrena plana a una negativa y otra cuchillo. Entender esto es complicado, así que lo mejor es ir a San Javier a verlo (risas)".

Juan Velarde, a los mandos de un avión diseñado para el vuelo acrobático y las carreras aéreas.

Juan Velarde, a los mandos de un avión diseñado para el vuelo acrobático y las carreras aéreas. Cedida

- ¿Recuerda cuál fue su primera acrobacia?

- Juan Velarde: Perfectamente, la hice con mi padre. Era un comandante de Iberia que falleció hace dos años y era muy aficionado a la aviación ligera. Con 16 años, cuando íbamos a hacer vuelo sin motor los fines de semana, había una avioneta antigua, modelo biplano, me hizo un looping, un tonel y me enamoré totalmente. Me dije: 'Yo quiero hacer esto'. Ahí fue donde mi padre plantó la semilla y ya llevo 25 años haciendo vuelos acrobáticos.

- ¿Qué prefiere pilotar: un avión deportivo o uno comercial?

- Me motiva mucho más el vuelo acrobático, pero no quiero menospreciar los vuelos comerciales porque también son muy bonitos y me gusta mucho mi trabajo con Iberia. Tengo la oportunidad de manejar una máquina de casi 300 toneladas y de poder cruzar el mundo por el océano Atlántico: de Madrid a Buenos Aires o Los Ángeles. Es un trabajo que no cambiaría por nada. Pero la conexión que tienes y que te transmite un avión de competición 'purasangre' es algo absolutamente único.

- ¿Cuál ha sido el mejor avión que ha pilotado en toda su carrera?

- El Edge 540 es el avión que pilotaba en la Red Bull Air Race, es un auténtico Fórmula 1, tiene unas prestaciones avanzadísimas para los vuelos de freestyle, es el más espectacular que he volado en cuestiones de rendimiento y de agilidad. La relación peso-potencia es fenomenal porque pesa 540 kilos y tiene 320 caballos de potencia: menos de dos kilos por caballo. Tiene una aceleración enorme. Ese avión es el que pilotaré en el Festival Aéreo de San Javier y el público lo podrá ver en España, por primera vez. 

- ¿Qué se siente al volar a 400 kilómetros por hora?

- Es una mezcla de muchas cosas. Aunque también es verdad que cuando haces un vuelo acrobático estás muy concentrado en la ejecución técnica de las figuras porque son movimientos muy enérgicos, pero por supuesto que hay mucho disfrute por el control de una máquina que va al límite. 

El piloto madrileño Juan Velarde en acción.

El piloto madrileño Juan Velarde en acción.

- ¿Qué es más arriesgado en un vuelo de competición: volar sobre el mar, sobre el asfalto de un circuito o una superficie de tierra?

- Juan Velarde: Volar sobre el agua es muy bonito visualmente, pero siempre es un poco más crítico. Si tienes un problema o un fallo de motor: tienes que buscar un sitio donde aterrizar. En los festivales donde volamos sobre el mar, la alternativa es irte de forma controlada al agua y para eso hacemos cursos, hay una botella de oxígeno en el avión y un equipo de rescate: está todo pensado.

Además, el mar es más crítico porque a la hora de encontrar referencias, el agua te da una sensación engañosa de profundidad y te falsea la sensación de altura. A nivel visual, siempre piensas que vas más alto de lo que realmente estás. Así que hay que estar mucho más pendiente del altímetro.

- Usted tiene 49 años, viendo el nivel de exigencia físico y mental al que está sometido como piloto de competiciones, ¿hasta que edad se puede mantener uno en activo en vuelos acrobáticos y carreras?

- El ejemplo de Carlos Sainz es muy bueno, mientras que estés bien físicamente y tengas motivación, puedes llegar más allá de los sesenta años sin ninguna duda. Si el físico te acompaña, tienes que hacer lo que la cabeza y el corazón te pidan.