Una trabajadora pega el logo de Apple Pay en el escaparate de una tienda.

Una trabajadora pega el logo de Apple Pay en el escaparate de una tienda. Apple

Tecnología

El BCE carga contra Apple por su sistema de pagos móviles y avisa de que puede perjudicar al uso del euro digital

El banco central ve insuficientes las concesiones ofrecidas por Apple a Bruselas para evitar una sanción multimillonaria por abusos monopolísticos.

23 abril, 2024 02:26
Alfonso Muñoz Fernández Laura Piedehierro

El Banco Central Europeo (BCE) no ve con buenos ojos los cambios prometidos por Apple en su sistema de pagos móviles para evitar una sanción "multimillonaria" de Bruselas por abusos monopolísticos. La institución considera que son insuficientes para garantizar que otros proveedores puedan ofrecer sus servicios en los iPhone en igualdad de condiciones que Apple Pay e incluso advierte de que podrían afectar negativamente al proyecto del euro digital.

La Comisión Europea (CE) acusó formalmente en mayo de 2022 a Apple de impedir a sus rivales acceder sin restricciones a su tecnología NFC (Near-Field Communication) para ofrecer servicios de pago sin contacto a través de sus smartphones. Un comportamiento por el que la compañía se enfrenta a una multa de hasta el 10% de su volumen de negocios.

Para evitar dicha sanción el gigante estadounidense ofreció a principios de este año a Bruselas un paquete de concesiones que la CE decidió someter a un market test. El objetivo de este proceso es que todos los actores afectados por las políticas del fabricante estadounidense pudieran presentar sus observaciones antes de que la Comisión tome una decisión definitiva.

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Desde el BCE, valoran positivamente que se haya puesto en marcha esta consulta, pero no así las concesiones ofrecidas por Apple, tal y como señala Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, en sendas cartas enviadas a Margrethe Vestager y a Thierry Breton, vicepresidenta de la CE y comisario de Mercado Interior, respectivamente.

En concreto, Cipollone explica que Apple se compromete a dejar a sus rivales usar su tecnología HCE (siglas de Host Card Emulation), que permite virtualizar las tarjetas de crédito en el terminal. Sin embargo, no les da acceso total al elemento seguro (SE, por siglas en inglés) del HFC, que es el circuito que almacena información confidencial y cifrada relacionado con el dispositivo o el usuario.

Sede del BCE en Fráncfort.

Sede del BCE en Fráncfort. Wolfgang Rattay Reuters

Según el banco central, este hecho puede dar lugar a que el resto de plataformas acaben ofreciendo "una experiencia de usuario que no esté a la altura" de la de Apple Pay en lo que respecta a la autenticación y la velocidad de las transacciones.

"Creemos que los compromisos propuestos actualmente no garantizan una verdadera igualdad de condiciones para una solución de pago de terceros en términos de experiencia del usuario final para los pagos en establecimientos con teléfonos inteligentes iOS", avisa Cipollone.

Euro digital

A este respecto, añade que si los compromisos propuestos por Apple se aplicaran también al euro digital afectarían al despliegue de la moneda digital del BCE, un equivalente electrónico al efectivo que complementaría a los billetes y monedas. Y es que, según Cipollone, no garantizarían per se que los pagos realizados con el iPhone "fueran fluidos y fáciles de usar".

El BCE recuerda que la importancia del acceso a las funciones NFC y SE se recoge en la misma propuesta de reglamento sobre el euro digital. En concreto, exige que los fabricantes de dispositivos y  las operadoras de telecomunicaciones pongan el SE de sus dispositivos a disposición de los proveedores de servicios en condiciones "justas, razonables y no discriminatorias".

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"Creemos que este acceso debe ser abierto y no depender de otras aplicaciones del sistema operativo móvil", insiste el BCE. Así, defiende que esto ayudaría a garantizar que los pagos digitales en euros en dispositivos móviles sean "seguros, fluidos y fáciles de usar" y que no se vean perjudicados en cuanto a experiencia de usuario respecto de otras opciones.

El euro digital está en línea con las iniciativas llevadas a cabo por otros bancos centrales, que también estudian poner en circulación sus monedas digitales –conocidas como Central Bank Digital Currency o CBDC- con el objetivo de plantar cara a criptomonedas privadas como la fallida Libra de Facebook o a otros criptoactivos, garantizando así la "soberanía monetaria europea".

Tras tres años de investigación, el BCE decidió el pasado noviembre la puesta en marcha la fase final para que el euro digital vea la luz, un periodo que inicialmente durará dos años. El trabajo que se realizará durante este periodo incluye la aprobación de la ley que sienta las bases de la CBDC de la institución, así como la selección de proveedores para desarrollar la plataforma y la infraestructura.

Al final de este proceso, previsto para finales de 2025, el Consejo de Gobierno del BCE tomará una decisión final sobre la emisión de un euro digital. Es decir, la institución presidida por Christine Lagarde podría optar por no ponerlo en funcionamiento.

Ilustración sobre el euro digital.

Ilustración sobre el euro digital.

Según el borrador de reglamento presentado por la Comisión en junio, el euro digital funcionaría como un medio de pago digital aceptado en todas partes en la eurozona y para todo tipo de operaciones: comercio electrónico, tiendas, Administraciones públicas o pagos personales.

Los bancos estarán obligados a dar acceso al euro digital a todos los ciudadanos de forma gratuita, aunque podrán cobrar una comisión "razonable" a los comerciantes, a tipos comparables a otros pagos electrónicos.

Otras peticiones

Por otro lado, en sus cartas a los comisarios Vestager y Breton, Cipollone también avisa de que el hecho de que la investigación de Bruselas se limite únicamente a los pagos en establecimientos con teléfonos inteligentes iOS deja sin abordar las restricciones de acceso a la tecnología NFC de Apple en otros escenarios de pago.

Por ejemplo, apunta que no se incluyen en los compromisos de Apple los pagos a través de wareables como el Apple Watch, lo que significaría que los pagos realizados con estos dispositivos pasarían siempre por Apple Pay y no por una app de un tercero. Además, también critica que haya quedado fuera de este proceso todo lo relativo al comercio electrónico.

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"Esto podría implicar que las apps de pago de terceros no podrían ofrecer una experiencia de usuario a la altura de Apple Pay en los casos de comercio electrónico y de compras a través del móvil en los que es necesario acceder al SE para realizar el pago directamente sin ser redirigido a una app independiente", detalla.

Por último, el miembro del comité ejecutivo del BCE pone de relieve que también se ha excluido del proceso los pagos de persona a persona, un caso de uso que, según avisa, es "crucial" para el proyecto de la moneda digital europea.