Carmen Iglesias con la sala de juntas de la Real Academia de la Historia a su espalda.

Carmen Iglesias con la sala de juntas de la Real Academia de la Historia a su espalda. David G. Folgueiras

Historia

Carmen Iglesias: "El nacionalismo es volver a la tribu, puede llegar a ser un totalitarismo"

La directora de la Real Academia de la Historia recoge en un volumen una serie de escritos publicados en los últimos años sobre la educación, la mujer o la importancia de concer el pasado.

23 abril, 2024 02:59

Entrar en el despacho de Carmen Iglesias es adentrarse en la historia. No solo en el sentido metafórico como un viaje al elegante y diáfano lugar de trabajo de la directora de la Real Academia de la Historia, sino también en el plano físico: los ojos del visitante saltan de los retratos de las reinas Isabel II, María Luisa de Parma y María Cristina a los libros que se amontonan sobre la mesa, a una vitrina acristalada con documentos y objetos históricos o a una colección personal de fotografías que condensan la carrera y los numerosos premios cosechados por una mujer pionera en su gremio.

La excusa para adentrarse en el edificio de la calle del León lo brinda El carácter es el destino (La Esfera de los Libros), un ensayo en el que la historiadora, a la que en ningún momento se le apaga la sonrisa, reúne textos publicados en periódicos, lecciones, conferencias, homenajes a sus maestros o pequeñas entrevistas, es decir, escritos y reflexiones cosechados en las últimas décadas. Un ejercicio de investigación en su hemeroteca personal que recoge las cuestiones que más le preocupan, muchas aún de plena actualidad.

Pregunta. ¿Cual diría que es la parábola, la lección, de este libro?

Respuesta. Los escritos son tan diversos porque son una reflexión de la actualidad política, pero no directamente. A mí siempre me ha preocupado la deriva, el deterioro de las cosas cuando no se quieren tocar. Es un libro de escritos breves que he hecho a propósito para que se pudiera abrir por cualquier parte y leer, y creo que ha quedado bastante ligero y compacto. Hay cosas que no parece que tengan 15 años, sino que son de actualidad. También hay casi cuentos y un poco de autobiografía intelectual y, sobre todo, maestros y amigos.

Carmen Iglesias, en uno de los pasillos de la Real Academia de la Historia.

Carmen Iglesias, en uno de los pasillos de la Real Academia de la Historia. David G. Folgueiras

P. ¿Su carácter de historiador lo llevaba en el ADN o fue un giro del destino?

R. Mis padres me enseñaron a leer en casa a los cuatro años y ese ha sido uno de los soportes más importantes para mí. Siempre he aprendido de los libros, lo contrastaba con lo que a mí me pasaba o no. "El carácter es el destino" es una sentencia que se atribuye a Heráclito y prácticamente todos los pensadores importantes han pasado siempre por ahí. He hecho un pequeño prólogo, pero su historia es mucho más grande. Hay unos genes que heredas, pero la experiencia de la vida te hace. Yo no creo en la determinación, para poder actuar debemos pensar que tenemos un margen, no una libertad absoluta, eso no existe. Pero igual que la verdad con mayúsculas tampoco existe, sí es posible acomodarse a unas circunstancias que cambian constantemente. Si aprendes de ellas a la fuerza vas experimentando y vas cambiando tu carácter.

"La enseñanza pública ha sufrido una decadencia total cuando es la base de todo"

P. En el prólogo cuenta también que los cinco años de estudios sobre el mundo antiguo, sobre todo los griegos, fueron siempre sus guías intelectuales y personales. ¿Qué puede enseñar el pensamiento clásico hoy en día?

R. Dependemos de él. Ha sido una de las lecciones importantes para todo Occidente. Los griegos ya tenían lo que podríamos llamar un pesimismo antropológico, pero un optimismo cognoscitivo. Hemos heredado esas dos cosas importantísimas. Mi maestro decía que en Oriente se responde a la pregunta de cómo soportar esta vida frágil, dura, complicada, que es una jungla. Entonces eso lleva a una resignación, a un pesimismo de que todo se deshace, todo se pierde. Hay una visión muy negativa del ser humano. En Occidente la pregunta es cómo hacer frente a la muerte: con el conocimiento.

La historiadora y también académica de la RAE, durante la entrevista.

La historiadora y también académica de la RAE, durante la entrevista. David G. Folgueiras

P. Muchos de los artículos abordan la cuestión de la educación y la enseñanza de las Humanidades y la Historia. En 1998 pedía devolver a estos estudios y a sus profesores la consideración y prestigio merecidos. El panorama ahora parece mucho peor…

R. Ha empeorado. Desde el momento en que Villar Palasí [exministro de Educación] y los que le siguieron empezaron a cortar el Bachillerato con la idea de igualitarismo, de tener todo el mundo opciones, se igualó por abajo. Se hizo con los alumnos y con los profesores. Hubo una apertura para que todo el mundo estuviera contento y eso lo pagamos. La enseñanza pública ha sufrido una decadencia total cuando es la base de todo, aquí y en otros sitios de Europa.

"Al principio de mi carrera sufrí alguna agresión machista verbal, pero siempre me levantaba y me marchaba"

P. Hay otro capítulo dedicado a la mujer y la conquista del espacio público. Usted es la primera directora de la RAH. ¿Sintió en algún momento al principio de su carrera que no tenía hueco? ¿Han cambiado mucho las cosas en la Academia?

R. Sí, mucho, pero yo en mi época recuerdo que las pocas chicas que estudiaban se sentaban todas en primera fila y alguna de ellas decía claramente que lo que quería era encontrar un buen novio (risas). Mientras estudiaba no, pero cuando accedes a la profesión tienes zancadillas. Lo de que eras mujer se notaba: te minusvaloraban, había de vez en cuando alguna agresión machista verbal y siempre me levantaba y me marchaba diciendo que no lo toleraba. Pero lo que ocurre es que cuando estás en un medio un tanto hostil, te fortaleces por dentro. Son los libros, los buenos amigos que también tienes, a lo demás no le das importancia. He sido la primera en muchas cosas, incluso en la cátedra de Historia de las Ideas y Formas Políticas en la Universidad Complutense. En esa facultad no había mujeres catedráticas en nada.

P. ¿Los españoles hemos convertido la historia de nuestro país en un campo de batalla?

R. Eso es un peligro grande. A mí lo que siempre me ha asombrado es que los propios españoles creían en la llamada leyenda negra. Con el proyecto del portal Historia Hispánica y otras iniciativas de libros, documentales, etc… queda claro que de leyenda negra nada. España descubrió lo que descubrió y lo hizo suyo, y llevó a América todo lo que tenía. Es el único país que no hizo genocidio, desde el principio Isabel la Católica y luego Carlos V protegieron constantemente a los indios como súbditos de la Corona. Además, incluso se apoyó a los esclavos afroamericanos que a partir del siglo XVII se vendían en Brasil y en Norteamérica. Hay una ley de Carlos II volviendo a insistir en que los esclavos que escapaban de donde estaban tenían acogida y eran libres en los territorios españoles.

Carmen Iglesias es la primera mujer que dirige la RAH.

Carmen Iglesias es la primera mujer que dirige la RAH. David G. Folgueiras

P. En los últimos años, quizá porque se registró un momento de necesidad de autoestima, han tenido mucho éxito obras como los documentales de José Luis López-Linares o el Imperiofobia de Elvira Roca Barea. ¿Pero un exceso de reivindicación no puede tener un efecto adverso e incurrir en leyendas rosas?

R. Hubo abusos personales, eso seguro, pero hay que observar el conjunto. Por ejemplo, la creación de ciudades en toda Iberoamérica las hacen los españoles para quedarse; no tiene nada que ver con lo que hacen franceses e ingleses, que sí ejercen un colonialismo a partir del siglo XIX. En la universidad siempre decía que no sabemos quiénes somos si no conocemos América. La característica española ha sido el mestizaje.

P. ¿Los españoles debemos sentirnos orgullosos de nuestra historia?

R. Debemos conocerla. Mi libro No siempre lo peor es cierto (2017) intentaba ir contra esa leyenda negra que es falsa. Hay que conocer lo bueno y lo malo, pero en conjunto se hizo una civilización, los misioneros salvaron las lenguas de los indígenas… No se trata de estar orgullosos, sino de saber que la realidad es más compleja y se hicieron cosas buenas.

"España es el único país que no hizo genocidio en América"

P. Durante el franquismo se manipuló mucho la historia, enraizaron mitos muy poderosos…

R. Sí, pero eran tan simples, tan rígidos… No es conocer la historia desde dentro, los personajes, por dónde pasó cada uno… La historia es muy compleja y el mundo es una jungla.

P. Algunos historiadores dicen que en la actualidad todavía predomina un relato conservador sobre la historia de España.

R. Tiene que ser un relato objetivo de las cosas buenas y malas. Como se nos ha atacado tantísimo, pues estar contra eso puede hacer a la gente más o menos conservadora. Cualquier encuentro entre pueblos es guerrero. Pero las cosas no son como las han contado, ni una leyenda rosa. Hernán Cortés no hubiera podido hacer nada sin la Malinche y sin la multitud de tribus indígenas que se pusieron detrás. La prueba es el español: es la lengua común, pero nunca se fue contra las lenguas indígenas, como está ocurriendo ahora en nuestro propio país. Están dejando a unas generaciones en un vacío al perder la lengua común y al imponer el euskera o el catalán en exclusiva.

Carmen Iglesias con el retrato de Goya de Carlos IV que se conserva en la RAH.

Carmen Iglesias con el retrato de Goya de Carlos IV que se conserva en la RAH. David G. Folgueiras

P. Polarización política, amnistía… ¿ve preocupantes paralelismos en la España actual con los años 30?

R. Creo que sí. De repente hay un caos, una polarización en donde unos son buenos y otros malos. Ese trato brutal no es la primera vez, pero cuando se pierden las formas es muy peligroso. Hay gente con formas y sin fondo, pero mantener las formas es muy importante para tener un fondo que sea sincero. Hay que ir a las personas y no a las tribus, porque las personas son la civilización.

P. ¿La mejor receta para protegerse frente al incierto futuro que se atisba en el horizonte, con el riesgo de una nueva guerra a gran escala, es conocer la historia?

R. Exacto. Y ha sido una de las Humanidades que ha sido más atacada. La historia es absolutamente fundamental para poder estructurar los hilos que dan al futuro. La historia que mi generación aprendió en el instituto era cronológica, pero con muy buenos catedráticos que hablaban de los pueblos, de las costumbres, de muchas cosas… Adquirías la complejidad de la vida y el tener que ir siempre con un poco de cuidado para no pisotear cosas que son fundamentales.

"La historia es absolutamente fundamental para poder estructurar los hilos que dan al futuro"

P. ¿Se han olvidado ya las lecciones del trágico siglo XX?

R. En parte. Hay un artículo en el libro que se titula La historia sin fin, que me pidió Alberto Arnaut para el primer número Matador. Quería que hiciera un balance entre el siglo XX que acababa y el XXI que venía. En ese momento mucha gente de mi generación pensábamos que el totalitarismo, el de Alemania y el de la Unión Soviética, había quedado en entredicho y había sido vencido. Recuerdo que dije, y me he sorprendido al releerlo, que el problema que seguíamos teniendo era el nacionalismo, y menciono a Cataluña y el País Vasco. El nacionalismo es volver a la tribu, no a los individuos.

P. ¿El nacionalismo es el nuevo totalitarismo?

R. Puede llegar a ser un totalitarismo: imponer una lengua o cambiar la historia, las falsedades que se cuentan, son verdaderamente notables en Cataluña desde hace tiempo.

Carmen Iglesias publica 'El carácter es el destino'.

Carmen Iglesias publica 'El carácter es el destino'. David G. Folgueiras

P. ¿Cuál le gustaría que fuese su legado como historiadora?

R. He trabajado siempre con la honestidad que he podido, independiente y libre.