Carles Puigdemont, pensativo en un mitin de campaña del 12-M, en Argelès (Francia).

Carles Puigdemont, pensativo en un mitin de campaña del 12-M, en Argelès (Francia). Efe

Política ELECCIONES CATALANAS

Puigdemont dice que la única opción que Sánchez tiene de seguir en Moncloa es que Illa no sea president

El 'expresident' lanzó varios mensajes en una charla con EL ESPAÑOL en Estrasburgo: cancelará la Mesa de Diálogo, confirma que sin 22.000 millones más al año no habrá Presupuestos y deja claro que no negociará con el PSC.

4 mayo, 2024 02:46

Carles Puigdemont se ve president. Y se ve así tanto después del 12-M como ahora, en plena campaña. "Nunca me he dejado de ver president en estos años", explica en una charla informal con EL ESPAÑOL en Estrasburgo. Pero sobre todo, porque está convencido de que a Pedro Sánchez le conviene que lo sea. Porque el presidente sabe que su única opción de seguir siéndolo es que Salvador Illa no sea 'president' de Cataluña

El candidato de Junts para el 12-M tiene todo el mapa en su cabeza. Él evita decirlo así ante el periodista, en la cafetería de diputados del Parlamento Europeo, en un receso del último pleno de la legislatura. Pero el mensaje que traslada lo confirma después su entorno: la investidura de Illa "lo haría caer todo".

¿Cómo se podrían negociar la "financiación singular" o el "reconocimiento nacional" de Cataluña, por la vía del "referéndum de autodeterminación" si preside la Generalitat un socialista "puesto ahí" por Sánchez? El expresident fugado de la Justicia española, y pronto amnistiado a cambio de sus siete votos en el Congreso, no le ve sentido alguno a ese escenario.

La conversación con EL ESPAÑOL del supuesto exiliado por la represión del Estado continúa con otra idea. Y de algún modo, la idea sobrevoló el debate a ocho en TVE de la noche del jueves, con Josep Rull en representación del candidato de Junts.

Mesa de Diálogo, no

Sánchez se puede ir despidiendo de su Mesa de Diálogo. Porque Puigdemont no sólo da por hecho que será "restituido" president, sino que cree que no tiene siquiera que declarar la defunción de ese foro.

Por un lado, porque gane quien gane el 12-M, el regreso de Junts al protagonismo negociador lo cambia todo. Y por el otro, porque para él nunca ha existido, más que en el juego partidista del PSOE y ERC.

En el verano de 2022, Junts abandonó el Govern de coalición que había formado con ERC, presidido por Pere Aragonès. Y toda la escenificación de esta ruptura se basó en la quiebra de la confianza del partido de Puigdemont en esa mesa entre gobiernos.

Primero, el partido de derecha separatista nombró como interlocutores a Jordi Sànchez y Jordi Turull. "Inaceptables" para Esquerra, por no formar parte del Gobierno catalán, y desafiantes para el Gobierno español, en cuanto que exconvictos del procés.

Y después, en una operación teledirigida desde Waterloo, cayó el propio Jordi Sànchez como secretario general del partido, se rompió la coalición de gobierno y Puigdemont impuso un relato de "pureza" independentista para Junts frente al "autonomismo" que adjudicó a ERC.

Ahora, los republicanos le dan "la bienvenida de regreso" a la estrategia del diálogo. Pero él niega la mayor. "Nosotros no tenemos una mesa de diálogo", aclara a este diario, "tenemos una mesa de negociación".

Es decir, la de los dos partidos, Junts y PSOE. Y en Suiza, porque era necesario "un terreno neutral, fuera de España y de la UE". Y con mediador y relator internacionales, "porque no nos fiamos del interlocutor".

Los 22.000 millones

Puigdemont se niega a dar muchos detalles. Se limita a explicar que las cosas van bien en ese foro. Y que eso significa que se está avanzando en los temas del acuerdo de investidura. Pero cuando se le inquiere si eso significa que el PSOE está hablando ya del referéndum, sonríe y se niega a seguir por ese camino.

Carles Puigdemont, líder de Junts y candidato a la Generalitat, en la sede de Estrasburgo de la Eurocámara.

Carles Puigdemont, líder de Junts y candidato a la Generalitat, en la sede de Estrasburgo de la Eurocámara. JxC

"Va bien, para lo poco que nos fiamos", repite. Y añade una disquisición sobre que a Junts únicamente le vale lo que pueden tocar: que por eso votaron no a la amnistía que les presentaron el 30 de enero en el Congreso. Y que por eso mientras se trata un tema, se insiste en el otro...

Es decir, que antes de que alguno de los interlocutores desvele nada sobre cómo se avanza en el "reconocimiento nacional", Pedro Sánchez va a tener que hallar el modo de resolver, ya este año, lo del déficit fiscal.

EL ESPAÑOL informaba hace unos días de que la cifra que va a exigir Junts -gobierne o no Puigdemont en Cataluña tras las autonómicas- es de 22.000 millones extra al año para su región. "Si no, votaremos 'no' a sus Presupuestos".

Le preguntamos al expresident si nos puede confirmar en persona la información revelada por fuentes de su entorno un día antes. Y la corrobora.

¿Y de dónde va a sacar el Gobierno de España 22.000 millones de más, si aparte tiene que recortar 9.500, según Bruselas? Puigdemont se encoge de hombros, sonríe, y se remite a los documentos de su partido: traducidos al lenguaje llano, algo así como "ese dinero es de los catalanes; no hace falta que nos lo des, basta que no nos lo quites".

El 'president', en Suiza

También añade que su foro de partidos en Suiza, "a diferencia de la mesa de diàleg", se reúne "puntualmente, cada mes". Salvo, eso sí, en este de la campaña electoral catalana. De modo que deja entrever que tras las elecciones del 12-M, habrá otra ronda de negociación, antes de acabar mayo.

Y la pregunta consiguiente es inevitable. ¿Se hará ahí lo de quién va a presidir la Generalitat?

Porque es evidente lo que dicen todas las encuestas, que el más votado será el PSC de Illa. Y que el independentismo o no suma mayoría absoluta (casi ningún sondeo lo predice) o lo hace sólo con la aportación "imposible", según confirmó en público Rull, que abarcaría desde la izquierda antisistema de las CUP hasta la ultraderecha de Aliança Catalana...

Puigdemont vuelve a no contestar, y a sonreír. Pero fuentes de su entorno lo aclaran para este diario.

"Nosotros negociamos con el PSOE, no con Salvador Illa", señala el entorno de Puigdemont. "Quien manda es Sánchez, el PSC es sólo una sucursal del PSOE, e Illa un encargado".

Que no es contestar directamente a la pregunta, pero a buen entendedor...